jueves, 3 de abril de 2014

CARNAVAL DEL TORO 2014: ¡Volvió la entrada a la Plaza!


Cinco años han tenido que pasar para que el momento culmen del encierro Mirobrigense vuelva a recuperar su esplendor y gloria. Cinco largos años desde aquél Martes de Carnaval del 2009 cuando los toros de El Sierro lo hicieron por última vez. Cinco largos, larguísimos años sin ver coronar en pelotón un encierro la Plaza Mayor como Dios manda y este año por fin se ha logrado.

Ese tramo comprendido entre el extinto Cine Madrid y la Plaza, estrecho, oscuro, sinuoso, mágico, monumental como pocos y libre, por el momento, de profanación ha vuelto a ser escenario de la culminación del rito como mandan los cánones.

Mario Crespo

Ciudad Rodrigo despidió a las 20,14h del pasado 4 de marzo una nueva edición de su Carnaval del Toro. Un Antruejo que como siempre ha convertido a Miróbriga en el epicentro de la actualidad taurina de principio de temporada.

Un año más la fiesta estalló en Miróbriga el Viernes de Carnaval de la mano de la Asociación CarnavaldelToro.es con el ya tradicional “Campanazo”.
No tiene límite el poder de convocatoria de este evento que congrega a miles de personas en el ágora Mirobrigense para dar la bienvenida al Carnaval.
7.000 pañuelos farinatos se repartieron en un Campanazo especial. Mari, nuestra entrañable Campanera se cortaba la coleta por problemas de salud a la vez que cedía los trastos a su sucesora ante una plaza que volcada con ella reconoció el trabajo de todos estos años.

Tras el Campanazo llegó el turno de enseñar el recorrido a los mansos de Perrino, a pesar de que lo conocen bien. Mucho público dentro y fuera de agujas para presenciar la primera función taurina del carnaval que transcurrió sin incidentes.
A las doce de la noche y tras coger las barreras los mozos, tocaba capear dos toros de Carlos Charros que entretuvieron la noche a los miles de aficionados que como es habitual abarrotaron la Plaza Mayor.

El sábado rompió plaza Jaranero, el Toro del Antruejo de CarnavaldelToro.es volvió a reunir a miles de personas en la histórica zona de Los Pinos. Dudó al salir el de El Sierro que una vez arrancó no paró hasta llegar a la zona alta donde a pesar de lo resbaladizo del piso fue recortado por infinidad de mozos. Tras dar varias vueltas por el recinto para que pudiera ser visto por los presentes se procedió a su enchiqueramiento.

Con Jaranero en San Pelayo llegó el momento más importante de la jornada. Una vez más, tuvo que ser la iniciativa privada la que se preocupara por fomentar e inculcar la afición y el cariño por las tradiciones a los más pequeños. CarnavaldelToro.es, recuperó el encierro infantil con carretones. Cientos de niños tomaron Los Pinos y se lo pasaron en grande. Recortes, carreras, capotazos y mucha ilusión en una actividad, de suma importancia, que nunca debió de perderse.

A la una del mediodía, las calles de Miróbriga estaban tomadas por una marea humana que deseosa esperaba el comienzo del primer encierro con toros del ciclo.
Tres astados de Carlos Charro, desigualmente presentados, uno de ellos de indigna cabeza formaron la manada.
Nada más cruzar el umbral de la nueva mini puerta toros y mansos se plantaron desconcertados y sin saber qué rumbo tomar. Tras unos segundos y a cuenta gotas los mansos fueron avanzando y varios metros por detrás hicieron lo propio los bravos cada uno a su aire. Al final de Foxá los tres toros volvieron a hermanarse para a pesaroso trote llegar hasta El Registro donde uno de ellos agobiado por el asfixiante ansia de los de a pie arreó buscando escape librando milagrosamente la cogida varios corredores.
La inesperada arrancada abrió un importante claro y cuando los tres toros se disponían a enfilar la bóveda de la Puerta del Conde tuvo que aparecer un portugués manta en mano para despatarrar vilmente a uno de los astados.
Mientras el de Carlos Charro se reponía del infame mantazo, sus hermanos y los mansos  alcanzaron a cuenta gotas la plaza resultando caótica y accidentada la entrada a la misma.

Por la tarde, los de Carlos Charros entretuvieron la capea cerrando la jornada que abrió Jaranero un rápido desencierro.

El desarrollo del encierro del domingo es intrascendente. Desde el momento en que se hizo pública la dictatorial decisión del nuevo Concejal de Festejos Pedro Muñoz de levantar un corral pocos metros antes de la ermita, el resultado del festejo no tenía importancia por el sin sentido del acto. Una pantomima en toda regla que lo único que buscaba es la foto de caballistas y toros con la ermita al fondo.

Con los de Jacinto Ortega en chiqueros comenzó, a eso de las dos de la tarde, una fugaz capea que dio paso a un entretenido desencierro. La capea de la tarde tampoco tuvo historia ninguna cerrando la jornada el desencierro que transcurrió rápido hasta Los Pinos donde dos toros se emplazaron y dieron juego a los mozos.

El lunes estaba reservado para el encierro con más presencia del Antruejo. Seis toros de La Laguna con kilos y bien armados salieron puntuales de los corrales de la Calle Duero, tan puntuales tan puntuales que cuando quiso dar el aviso la campanera, los toros ya estaban casi en Torroba.

A lo largo de Foxá la manada se fue estirando llegando a la curva del Árbol Gordo cinco de los toros, apareciendo poco después el sexto reenganchándose en El Registro con sus hermanos, aunque desandaría sus pasos después hasta el ambulatorio. Junto a la bóveda la manada terminó de fragmentarse, enfilando tres de los toros el camino hasta la plaza junto a los mansos mientras los otros tres hacían lo propio de uno en uno. Encierro rápido y limpio a pesar del trajín del sexto toro.

En la capea se lidiaron tres de los astados participantes en el encierro ofreciendo un buen espectáculo y momentos de interés. El posterior desencierro no cambió el sino de la mañana y realizaron una bonita y emocionante carrera.

Por la tarde el protagonismo absoluto fue para los maletillas. Gran espectáculo el que ofrecieron exponiendo y dando muletazos de mérito a los tres astados de La Laguna que pisaron el coso Mirobrigense. El respetable reconoció su labor con las ovaciones más fuertes y sentidas de todas las fiestas.

La última jornada del Carnaval se abrió con la segunda de las capeas nocturnas. Al igual que el viernes, dos toros de Carlos Charros fueron los protagonistas de la noche. Destacó especialmente el que abrió plaza, un toro precioso, muy serio y astifino que dio un juego extraordinario y que por presencia debió formar parte del encierro del sábado en lugar de “desaprovecharlo” participando solo en una capea. Una pena no poder verlo en la calle.

Ocho horas después de acabada la capea nocturna, los tablaos de la plaza prácticamente se llenaron para ver salir a Aviador, Toro del Aguardiente 2014 donado por el pastor Ángel Rico. De impecable presencia, el de Adolfo Martín asomó puntual por la puerta de corrales entre el asombro de la gente y el silencio de la Campana Gorda que no sabemos por qué no se tocó para informar de que el toro ya estaba suelto.
No quiso participar el cárdeno de la fiesta y vanos e infructuosos fueron los intentos por hacerle salir del rectángulo para que lo disfrutaran los cientos de aficionados que lo esperaban entre la Calle Madrid y El Registro.

Con el del Aguardiente encerrado en los bajos de la Casa Consistorial dio comienzo el último encierro del Antruejo 2014. Puntual salió la bien presentada torada de Adolfo Martín de los corrales de la Calle Duero. Desde los primeros metros los Adolfos dejaron atrás a los mansos y bien hermanados realizaron juntos la carrera. En la cuesta de Torroba uno de los toros se descolgó de la manada que a paso ligero avanzaba unida camino de la plaza. Lo exigente del recorrido comenzó a hacer mella en los toros a la altura del ambulatorio atemperando el ritmo y permitiendo el lucimiento de los mozos. Pasó sin problemas la manada la bóveda de la Puerta del Conde enfilando los cinco Adolfos los últimos y más históricos metros del recorrido por la Calle Madrid, realizando una espectacular entrada a la plaza. El sexto toro que se había quedado no tardó en aparecer junto a los mansos completando así una magnifica y preciosa carrera.

En las capeas, los de Adolfo Martín impusieron respeto y pocos fueron los que se atrevieron a plantarles cara, aún así se pudieron ver cortes de mérito.
Por su parte, en los desencierros, realizaron dos rápidas y bonitas carreras, alargando unos minutos el último desencierro al emplazarse varios toros en Los Pinos para deleite de los aficionados.

Con el último aldabonazo de la Campanera, se ponía fin al Carnaval del Toro 2014. Como siempre habría muchísimas cosas que apuntar, destacando sobremanera el desconocimiento y caciquismo del nuevo Concejal de Festejos, que haciendo de su capa un sayo ridiculizó a un pueblo con el encierro del Domingo que nos preparó.
Temas tan importantes y transcendentales hay que tratarlos en los despachos con profesionales y expertos. Los bares están para presumir de fotos y poco más…


El año que viene más y mejor ¡Nos vemos el Viernes 13 de Febrero de 2015 para comenzar un nuevo Carnaval del Toro!