domingo, 19 de junio de 2016
¡El pueblo ha hablado!
Mario Crespo
No hubo insultos. No hubo provocaciones. No hubo quema de arboles ni se derramó aceite por el suelo. No se colocaron trampas en forma de maderas con puntas para perforar pies ni se reventaron candados. No se realizaron pintadas ni se destrozaron retrovisores a destajo. No fue necesario cubrirse por miedo a recibir una pedrada. No hubo necesidad de blindar las calles de Fuerzas del Orden ni de hacer perder el tiempo a los servicios sanitarios en falsas atenciones. No hubo que pagar bocadillos, dietas, ni que justificar subvenciones.
No fue necesario.
Ayer Tordesillas se echó a la calle arropada de miles de aficionados dando ejemplo del señorío y la elegancia de sus gentes y las gentes del toro. Porque un pequeño corro de demócratas –¡JA!- se han vendido, con premeditación y alevosía, por un puñado de votos. Traicionando a sus gentes. Las de aquí, las de Castilla, las que día a día con el sudor de su frente trabajan y mantienen esta tierra. Optando por convertirse en marionetas de tiranos alborotadores contrarios a derecho a quienes han entregado su alma.
La educación fue la bandera y la indignación el mensaje de un pueblo al que han malversado su historia y seccionado sus raíces. Un pueblo que clama libertad ¡En el año 2016! ¡En pleno siglo XXI! Increíble pero cierto. Las lágrimas resbalaban por las mejillas de muchos Tordesillanos cargadas de dolor y rabia. Sus gargantas, unidas en una sola voz, sobrecogieron a los presentes mientras entonaban el himno de Candeal y los niños, herederos naturales de la Tradición, observaban como sus padres y abuelos defendían y luchaban por el legado de sus antepasados.
Sublimes resultaron las palabras desde el escenario y ejemplar la respuesta de la afición que no dio la espalda a Tordesillas. Gentes desplazadas de todos los puntos de la geografía para de manera civilizada mostrar su rechazo al infame decreto que escupe y pisotea la historia de Tordesillas y por ende la historia de España.
Por la libertad ¡VIVA EL TORO DE LA VEGA! ¡VIVA TORDESILLAS!