CASAMAR
Un día de mayo de 1852 los vecinos de San Felices de los
Gallegos quisieron montar una fiesta. Habían conseguido quitarse de encima el
sangrante impuesto con el que el Duque de Alba les obligaba a pagar la novena
parte de sus cosechas y tenían que celebrarlo. Lo primero que se les vino a las
mentes, bendita ocurrencia, fue coger los carros de labranza de todos
ellos y montar una plaza de toros en medio del pueblo. El Noveno había
nacido. Ciento sesenta años después, la plaza de carros se sigue formando tal y
como se hacía entonces.
Lo primero de todo es el sorteo. Muchos pagarían por tener el mejor sitio en Las Cadenas o al lado del Ayuntamiento, pero aquí la colocación de los carros se deja siempre al azar. Un papel para cada uno de los 49 que se ha conseguido reunir este año y una mano inocente para decidir su emplazamiento. Acabado el sorteo, con los carros ya desperdigados por toda la plaza, comenzarán a colocarse uno por uno desde la Torre de las Campanas hasta que el círculo se cierre y el espectáculo pueda empezar.
Si hay alguien que no descansa en este día es Claudio Holgado, alguacil del Ayuntamiento de San Felices, que dirige con brío a los trabajadores y voluntarios que esta mañana se han acercado a montar la plaza. "Cayo", como todos le conocen, recuerda que este año han sido cerca de 40 vecinos los que han traído sus carros para la fiesta: "Algunos tienen hasta tres, aquí buscamos que la plaza quede bien cerrada y que todos puedan ver los toros durante El Noveno", dice.
Lo primero de todo es el sorteo. Muchos pagarían por tener el mejor sitio en Las Cadenas o al lado del Ayuntamiento, pero aquí la colocación de los carros se deja siempre al azar. Un papel para cada uno de los 49 que se ha conseguido reunir este año y una mano inocente para decidir su emplazamiento. Acabado el sorteo, con los carros ya desperdigados por toda la plaza, comenzarán a colocarse uno por uno desde la Torre de las Campanas hasta que el círculo se cierre y el espectáculo pueda empezar.
Si hay alguien que no descansa en este día es Claudio Holgado, alguacil del Ayuntamiento de San Felices, que dirige con brío a los trabajadores y voluntarios que esta mañana se han acercado a montar la plaza. "Cayo", como todos le conocen, recuerda que este año han sido cerca de 40 vecinos los que han traído sus carros para la fiesta: "Algunos tienen hasta tres, aquí buscamos que la plaza quede bien cerrada y que todos puedan ver los toros durante El Noveno", dice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario