miércoles, 11 de enero de 2012

CUATRO AÑOS DE ENCIERRO

Corría el 20 de Noviembre del año 2007 cuando el entonces Concejal de Festejos del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo Enrique Cencerrado hacía pública la noticia;
En el Carnaval del Toro del 2008 los encierros saldrían de la Calle Duero en lugar de los corrales de San Pelayo.

Aunque el nuevo trayecto se ha “consolidado” gracias a mayorías absolutas y a base de metálicas inversiones, la verdad es que desde todos los sectores, corredores, espectadores, aficionados etc., se ve ya el recorrido actual como algo habitual de nuestro encierro.

La siguiente tabla intenta hacer un balance numérico de lo que han sido estos cuatro años con el nuevo recorrido.
 En ella se recogen los doce encierros que teniendo como punto de partida los corrales de la Calle Duero se han corrido hasta la fecha, el número de toros que han participado y los que han llegado “en manada” a la plaza. Respecto a esto último, cuando utilizo el término  “manada” me refiero a los toros que sin emplazarse y siempre manteniendo la carrera han llegado hasta el coso mirobrigense.




NÚMERO DE TOROS

ENTRADA EN MANADA PLAZA
2008



SÁBADO
5
1
LUNES
7
4
MARTES
7
5
2009



SÁBADO
3
0
LUNES
7
5
MARTES
7
7
2010



SÁBADO
3
0
LUNES
7
6
MARTES
7
0
2011



SÁBADO
3
0
LUNES
7
5
MARTES
7
5
TOTAL
70
38



Con los números en la mano podemos valorar que:

- De un total de 70 toros, han conseguido completar el recorrido en carrera 38, algo más de la mitad de los astados. El resto se fueron quedando a lo largo del recorrido llegando a tirones y a cuenta gotas hasta la plaza.

- El sábado es el día por excelencia de toros sueltos ya que hasta el momento todos los toros que han corrido en sábado han llegado de uno en uno a la plaza.

- De los doce encierros corridos hasta la fecha tan solo el correspondiente al martes de carnaval del año 2009 con reses de El Sierro consiguió llegar completo o “en manada” a la plaza los siete toros, seguido de cerca por los Cebada Gago del lunes del año 2010 con seis.

- Hasta el momento el año que más astados han completado el recorrido en carrera ha sido el 2009 con doce toros, seguido de los años 2008 y 2011 con diez cada uno, con el añadido de que corrieron dos toros más el sábado del 2008,  y cierra lista el año 2010 con seis.

El hecho de que poco más de la mitad de los toros haya completado el recorrido en carrera no es un dato positivo que sirva de aval para la defensa del cambio de itinerario.
Hay varios factores que inciden negativamente en el devenir del encierro de los cuales tres considero fundamentales y que me gustaría apuntar.

En primer lugar la longitud; el recorrido que tienen que realizar los astados está entorno a los 1.200 metros, una distancia excesiva si tenemos en cuenta el hecho de que los toros que participan en nuestro encierro (salvo alguna rara excepción) no han sido movidos ni entrenados para la carrera, por lo que no tienen la resistencia exigida para aguantar tantos metros.


También y por encima del problema de los metros están las exigentes y prolongadas rampas ascendentes que tiene el encierro, con dos zonas bien claras y diferenciadas; la zona de Torroba y la comprendida entre el final de Foxá y el Registro. La primera de ellas se convierte en fundamental y seleccionadora durante la carrera, ya que hasta este punto la manada suele ir compacta y es a partir de esta primera subida cuando el grupo empieza a desmembrarse y a acusar el cansancio. Aunque no siempre se cumple, la realidad es que la inmensa mayoría de los encierros empiezan a romperse a partir de este punto.

Otro de los factores que incide negativamente en el desarrollo del espectáculo es la nula mentalización y comprensión de lo que significa el encierro por parte de algunas personas. Hace unos años, antes de las polémicas del año 2004, cuando los toros salían de los corrales de San Pelayo, lo habitual era que los animales fueran soltados de uno en uno o de dos en dos para ir dando fiesta por el recorrido, improvisar capeas en Los Pinos y el Registro y ya una vez pasado un tiempo intentarlos subir hasta la plaza, lo que hacía que la inmensa mayoría de los días no llegarán ha ser enchiquerados todos los toros en los bajos del ayuntamiento y el festejo se alargase en exceso.
En la actualidad el diseño del recorrido no busca ese tipo de festejo y todos los que participan del mismo deberían tenerlo en cuenta. El encierro es para correr los toros y las capeas para recortarlos y esto es algo que muchos  se saltan a la torera impunemente a la hora tanto de citar a los toros desde las agujas como de enseñar una chaqueta para intentar pararlos, con el consiguiente peligro tanto para ellos como para los que corren delante de los toros y por supuesto, que es de lo que venimos hablando en este artículo, con el perjuicio para el buen desarrollo del festejo.


No todo es negativo y si bien es cierto que el recorrido es muy exigente, no menos cierto es que el trayecto actual da cabida a muchos más espectadores y corredores que el recorrido tradicional con salida desde los corrales de San Pelayo.
También este trazado siempre que los toros aguantan el ritmo permite ver buenas, bonitas y largas carreras por parte de los mozos delante de las astas. Y es que a los corredores de Ciudad Rodrigo y comarca hay que unirles los buenos corredores que desde todos los puntos del panorama nacional vienen atraídos por los encierros.

El hecho de que solo un encierro (martes de 2009) de los doce celebrados hasta ahora llegara completo a la plaza no es un buen dato, pero sirve de esperanza y pequeño aval a la viabilidad del experimento de recorrido siempre y cuando se le intente aportar al encierro aquello de lo que carece y eliminar lo que le sobra y para eso hace falta trabajo, estudio y dedicación por parte de quienes son responsables y primeros interesados en que nuestras calles no se conviertan en un rosario de toros sueltos en cada esquina.

1 comentario: