La localidad francesa de Mont de Marsan ha celebrado durante
estos días su feria taurina. Aunque menos conocidos no han faltado los encierros
por las calles con vacas de ganaderías de la zona.
En el siguiente enlace podemos ver imágenes de los encierros
y de cómo se fomenta la afición y la cultura enseñando las tradiciones entre
los más pequeños con encierros infantiles y practicando suertes “landesas”.
Sábado, 28 de Julio:09.00h. Encierro de reses bravas con la ganadería de Santos Zapatería.
12.00h. Suelta de vaquillas por el recorrido de costumbre.
13.15h. Encierro Chiqui.
Domingo, 29 de Julio:09.00h. Encierro de reses bravas con la ganadería de Santos Zapatería.
12.00h. Suelta de vaquillas.
13.00h. Encierro Chiqui.
08:30h Desencajonamiento de reses bravas.
09:00h. Encierro de 4 novillos de la Ganadería del Puerto de San Lorenzo de Salamanca
17:30h Encierro de reses bravas
Jueves, 26 de Julio.
11:00h. Encierro de novillos de la ganadería de Miranda de Pericalvo de Salamanca.
17:30h. Encierro de reses bravas
Viernes, 27 de Julio.
11:00h. Encierro de novillos de la ganadería “Los Maños” de Zaragoza
17:30h. Encierro de reses bravas.
Sábado, 28 de Julio
11:00h. Gran encierro de toros de la ganadería El Tolco de Lodosa
17:30h. Encierro de reses bravas
Domingo, 29 de Julio.
11:00h. Encierro de novillos de la ganadería “Pincha” de Lodosa
17:30h. Encierro de reses bravas.
Lunes, 30 de Julio
11:00h. Encierro de novillos, de la ganadería Santa Fe - Marton de Villafranca
17:30h. Encierro de reses bravas
08:00h. Encierro de toros, de la ganadería de Manuel Ángel Millares, de Trigueros (Huelva). A continuación, suelta de vaquillas de la ganadería de Hnos. Ustarroz, de Arguedas.
Jueves, 26 de Julio:
08:00h. Encierro de toros de la ganadería de Hijos de Celestino Cuadri, de Trigueros (Huelva). A continuación, suelta de vaquillas de la ganadería de Antonio y Pilar, de Tudela.
Viernes, 27 de Julio:
08:00h. Encierro de toros de la ganadería de Los Bayones, de Caceres. A continuación, suelta de vaquillas de la ganadería Bretos Fernandez, de Villafranca.
Sábado, 28 de Julio:
08:00h. Encierro de toros, de la ganadería de Santiago Domecq, de Jerez de la Frontera (Cadiz). A continuación, suelta de vaquillas de la ganadería de Macua, de Larraga.
Domingo, 29 de Julio:
08:00h. Encierro de toros, de la ganadería de Manuel Ángel Millares, de Trigueros (Huelva). A continuación, suelta de vaquillas de la ganadería de Iñiguez, de Arguedas.
Lunes, 30 de Julio:
08:00h. Encierro de toros de la ganadería de Juan Jose Laparte, de Marcilla. A continuación suelta de vaquillas de la ganadería de Vicente Domínguez, de Funes.
18:30h. Encierro de toros de la ganadería El Ruiseñor, de Frescano. Posteríormente, suelta de vaquillas de la ganadería Casta Murchantina, de Murchante.
Lo que es la vida algunas veces. Tu partido gana las
elecciones, y todo es alegría. Te
nombran Concejala de Festejos de tu pueblo, y todos, tan contentos. Te dispones
a organizar las fiestas de tu pueblo, y la cosa se empieza a estropear. Te
marcas como objetivo ofrecer unas fiestas de calidad, y en tu propia casa te
zancadillean por pensar en lo mejor para el pueblo. Las fiestas son un éxito y
en tu propia casa te hacen la vida imposible. ¿Surrealista verdad? Pues esto en
pocas palabras es lo que está sucediendo en el seno del PP de Ciudad Rodrigo en
el año de Dios 2012.
Era un secreto a voces, todos los mirobrigenses sabían o habían
oído hablar de la situación y finalmente
la bomba estalló oficialmente la semana pasada al dejar caer el Alcalde que iba
a desaparecer la concejalía de festejos, momento en el que la oposición dio a
conocer lo que todos sabíamos.
El poner el Carnaval del Toro 2012 en manos de Martín
Perrino, empresario que siempre ha dado la cara en Ciudad Rodrigo, fue el
detonante de todo. El abulense al no pasar por el aro del abuso en 2010 fue
desterrado por los dueños del cortijo de por vida de miróbriga y claro, que
llegase la nueva y le diera el Carnaval a él fue muy mal digerido por los amos
que a pesar de mover cielo y tierra no consiguieron frenar la elección. A esto hay
que sumarle el dolor de cabeza post carnaval de ver y leer alabanzas por cada
esquina de la ciudad tras el gran serial ofrecido.
Durante unas horas los jerifaltes se relamieron las fauces pensando
que la señora Carmen Cambronero iba a cesar en el puesto. Que la presión y el
boicot que le llevaban haciendo estos meses habían tenido sus frutos ¡Se rumoreaba
que incluso debatieron que hacer con su cabeza! ¡Si cocinarla, mover tierra y
enterrarla o tirarla al río Carrión!
Afortunadamente para Ciudad Rodrigo y su fiesta grande, ayer
por la mañana se ha anunciado que Doña Carmen seguirá al frente de festejos, aunque
la pantomima en forma de rueda de prensa no se la crea nadie, se ha tomado la
decisión más sensata y de cara al pueblo más políticamente correcta, sobre todo
esto último para el Alcalde que es quién ha tenido que dar la cara y salir a
tapar las jugarretas de sus primeros.
Descansa tranquila Ciudad Rodrigo, sabiendo que su internacional
fiesta sigue en buenas manos. Sabiendo que
el gran trabajo realizado este pasado carnaval tendrá continuidad en la edición
del 2013.
CARTA ENVIADA POR LA ASOCIACIÓN ACARTE A RTVE MOSTRANDO SU PREOCUPACIÓN POR LAS RETRANSMISIONES DE LOS ENCIERROS DE SAN FERMÍN 2012:
Desde nuestraasociación lo primero queremos es agradecer la cobertura realizada
ininterrumpidamente de los encierros de San Fermín, tanto a nivel nacional como
a través del canal internacional, durante las últimas décadas.
Las mencionadas retrasmisiones han llegado puntual y
regularmente año tras año a más de 80 millones de personas, con cuotas de
audiencia superiores al 70% en su franja horaria.
Así mismo queremos mostrar nuestra profunda tristeza y
preocupación por la escasa preparación taurina y taurófila de los
informadoresy reporteros que han
retransmitido los citados encierros durante este mes de Julio.
En las citadas retransmisiones se han realizado
escasas referencias al mundo del toro, tantoen lo que se refiere a festejos mayores como festejos populares;
denotando un desconocimiento absoluto de las ganaderías, de la lidia y de los
pormenores de los parámetros más fundamentales de los encierros, en especial
los de San Fermín.
Creemos que el mundo del toro en estos tiempos ya
recibe demasiados ataques exógenos, para que desde dentro del mismo no se
fomente y difunda correctamente.
Dada la magnitud y difusión de los encierros citados,
entendemos que el daño que se le causa a la cultura del toro es enorme e
irreparable.
Pensamos que dentro del ente público hay personas
cualificadas y preparadas y con conocimientos suficientes que bien pudieran
retransmitir estos encierros en particular de una manera más enriquecedora y
objetiva.
Sin otro particular
quedamos a su disposición y le saludamos atentamente.
Se acabaron los encierros en
Pamplona, y San Fermín entró de nuevo a su capilla, tras 8 días de súplicas.
Adiós carreras, adiós mozos, adiós foco mundial, pero sobre todo, y lo más
importante, adiós porque el toro no vuelve hasta el año que viene.
Se
despidieron las fiestas grandes de Iruña con un encierro, el octavo, que hacía
su presentación, en el adoquinado pamplonés. Torrehandilla y Torreherberos
protagonizó según criterios: un encierro rápido y peligroso para los que
entienden de tiempos en esto de los toros–como si de autómatas, preparados para
correr, se tratara-, o vivaz y arrollador, para los que apuntan los
comportamientos de los animales.
Vivaz
y arrollador, por lo tanto, el último de los encierros programados y
seleccionados por la Casa
de Misericordia de Pamplona. Ocho encierros, ocho conceptos de toros, y ocho
versiones del miedo para el que decide apostarse a encontrar la carrera en
Estafeta. Muchas versiones que se engloban, todas ellas, en esa gran pelota rojiblanca que son los Sanfermines.
Hablamos
de vivaz, por la fortaleza de unos toros jienenses que han galopado de Santo
Domingo a la Plaza
de Toros. Pero sobre todo hablamos de vivaz porque ha sido un encierro de medir
y aguantar las distancias, de cabo a rabo, del 47 al 40, de Caprichoso a Viñista, del colorado que abría elocuentemente una
manada de toros, al más coherente de los seis de Torrehandilla, que cerraba el
tropel. Ponerse en la cara en la última fecha, es precepto para el corredor, y
hoy se han puesto –y muchos- pero pocos han aguantado. Un cadencia galopante,
de nuevo, complicada de soportar.
Y
si a esas complicaciones le sumamos el carácter arrollador de los bureles,
estamos narrando una historia repetida, pero apasionante, en este 2012. Y es
que cuando un toro, empuja con los riñones, mete la cara abajo, y la lleva
hasta el final del recorrido –de su cuello- hablamos de emoción sincera. De
inseguridades, pero de dominio final ante lo que has querido jugarte. Así
debería ser la actitud del encierro de Pamplona. Emocionada al ver como un toro
que abre manada no huye hacia adelante, emocionada por la manera en cómo ha
entrado en la plaza, y es que ver como recoge esa lengua, que llevaba a ras de
suelo, para cerrar la boca engrandeciendo ese templo, donde él será el rey, ha
sido como mínimo llamativo.
Pero
sin duda, el más llamativo ha sido el último de la fila, ese Viñista que ha
lanzado derrotes de largo recorrido, de morro al suelo y riñones prietos. Que
ha aguzado con sus astifinísimos
pitones: tableros, maderos, postes, piedra y capotes. Todo lo quería y todo lo
embrocaba. Y si emocionaba su hermano en su entrada en el coso, más gustó la
manera de alargar embestidas en los vuelos, de los capotes de los dobladores,y
la clase con la que lo hizo el animal.
La
misma que ha derrochado el resto de una manada disgregada pero eficaz, y
cumplidora con sus dos comapañeros, a veces pegajosa, a veces sorprendentemente
derrotadora, a la que se unió por enésima vez, ese cabestro aparejado que no
duda en sacar la cara, para evitar tragantones en las cortas distancias-.
Se
cerró San Fermín 2012 y lo hizo con unos Torrehandillas que incluso, por
momentos, superaron a los toros de El Pilar, Victoriano o los remozados Cebada
Gago. Pamplona entona su “hasta el año que viene” –dramatizado con el pobre de
mí-, tras los ocho encierros que establecen la idiosincrasia de Pamplona, que
naturalizan el espectáculo taurino de cara al entorno desarraigado, o
desconocedor. En busca del encierro Vivaz y arrollador.
PARTE MÉDICO
El
último parte médico de la carrera pamplonesa deja cuatro contusionados que han
sido trasladados a los centros sanitarios de la capital foral. Los dos que
presentaban traumatismos craneales han sido evacuados al Hospital Virgen del
Camino, mientras que los dos afectados en extremidades lo han hecho al Hospital
de Navarra, el más grave de ellos con deformidad en el brazo izquierdo.
Séptimo encierro de San Fermín
y la cuestión para Juan Pedro Domecq, el hijo del hijo, era: ¿cómo revalidar en
Pamplona? Juan Pedro acertó con ella, el
libreto a seguir: el de Fuente Ymbro, (ese que le ha ayudado a ser clásico en
Pamplona): discreción, ante todo, en el encierro -velocidad limpia, ortodoxa, y
docilidad, que no mansedumbre, en la carrera-. Así lo hizo Ricardo Gallardo,
hasta hace dos días -ahora él busca asentarse como la favorita de Pamplona-. Y
Juan Pedro, el nuevo, ha recogido los saberes del libro: hacia el éxito de Pamplona. Tienen formas distintas de
entender el toro, pero el hierro se fragua la fama dando oportunidades al mozo
en la carrera, y fraccionando la manada en Estafeta. Es así, y como tal todo el
mundo lo respeta. Ahora bien, que nadie se confunda, esa discreción se ha de
transformar en pasión por la tarde. La reválida que ha de superar JP Domecq,
después de este tiempo sin aparecer por el adoquinado, es la de las seis y media.
Sus expectativas se han cumplido, discreción gozosa, como divisa para sus
bureles. Volviendo a las 8 menos
algunos minutos. El que estaba apostado en la calle trataba de visualizar como
sería el encierro, después de tantos años. Y no se equivocó: Divisa enlutada, y
la referencia ganadera traspasada. Pero sobre todo, ganas de volver a triunfar
en Pamplona, por la tarde, para así asegurarse estar de nuevo una mañana más el
curso venidero. Pero no solo con la Fuente de Ricardo se
aseguraba la presencia. Aquí se trataba de hacer alquimia. De absorber
conceptos de cara al encierro. Y desde luego, el que han protagonizado los
Domecq ha sido pura mezcla homogénea con el otro hierro que vestía de negro
riguroso. Muy parecido este séptimo con el protagonizado por Cebada Gago, el
día 9 de julio: una salida fulgurante que se ve truncada en el encuentro con
los mozos, toros que sueltan su retén a la altura del Ayuntamiento, dibujan
siluetas de manera sutil en la curva de Mercaderes con Estafeta, y a partir de
ahí un encierro largo entre toros, y perfecto para el corredor. La diferencia entre ambos
estuvo en el comportamiento férreo de los cebadas
y la dulzura extrema, sin
llegar a la contra-natura de
apartar la cara, de los juanpedros. Distintas
maneras de avanzar en la carrera, pero solo una para consolidar la reválida. PARTE MÉDICO Desde el encierro de los
Cebada Gago Pamplona vive sin los sobresaltos de las cornadas, pero aquejada de
unos traumatismos cada día más graves, ante la velocidad de la manada. En el
día en que los juanpedros han hecho su aparición en Pamplona cinco han sido los
contusionados trasladados a los diferentes hospitales de la capital navarra.
Dos de ellos han sido evacuados al Hospital de Navarra, el primero de ellos
tras sufrir un pisotón que le provoca una fuerte contusión torácica en la zona
de Telefónica y el segundo de ellos ha sido trasladado por una contusión en la
pierna izquierda, en el callejón de acceso a la Plaza de Toros. Los otros tres corredores
han sido enviados al Hospital Virgen del Camino. En el citado hospital se
encuentran dos traumatismos maxilofaciales, uno provocado por un pisotón y el
segundo producido por una caída. en el brazo, uno de ellos con deformidad. Y el
último de los evacuados presenta una contusión en el brazo con deformidad.
Se despertaba Pamplona cada
vez menos madrugadora –los cuerpos se han habituado a la carrera y descansan
hasta el último segundo-, y con la sensación de haber entrado en una rutina
balsámica para la ciudad. Algo desfondados los mozos al comprobar que lo que
les queda ya no es de su agrado, que los Fuente Ymbro no tienen comparación, y
que Victoriano del Río solo motiva a la ingente masa de madrileños que hacen
gala de “sus toros” en la capital navarra.
Largos de esqueleto, de manos
cortas, anchos de sienes, apretados de carnes ¿qué más se le puede pedir al
encierro de pamplona? Pero las circunstancias de Victoriano del Río son
similares a las de hace dos días para los toros del Pilar,- a excepción hecha de
que el calendario es más favorable para los toros madrileños que para los
charros-. Daba igual, hoy el ambiente era el de un encierro más, sin crujir de
piernas de manera histérica e histriónica, todo mucho más pausado y relajado.
En un clima de caballerosidad para los corredores.
Cuando el gesto distendido
surge en Santo Domingo, rápido se encargan los toros de cambiarle la cara. Hoy
los que allí paran vivieron la realidad de ser los primeros de enfrentarse al
toro. Al pánico le vieron la cara, y las barbas a los dos de Victoriano del
Río, que decidieron frenarse ante lo desconocido, por temor. Después de varios
días donde los zambombazos de
salida se tornaban en manos quietas en el encuentro, hoy se produjo lo que
nunca desearon ver los “mozos”. Parón y cuenta hasta ver cuando marchaban, lo
hicieron raudos a la estela de la manada, pero sin miramientos, avanzaban con
la sensación de dominio que habían conseguido al frenarse, se lanzaron de
lienzo de muralla hacia izquierdas en busca de la presa, pero no la cataron.
Alcanzaron la manada, y ahí el protagonismo lo cedieron a sus hermanos.
Unos por eléctricos en la
carrera, y otro por chisposo -nada tenía que ver con el comportamiento formal,
pero seguro de sus compañeros-. Él decidió hacer guerra por su cuenta y no
dejarse manipular. Lo hizo tapado, cuando nadie se lo espera, tirando derrotes
a diestro, para el siniestro corredor. Hasta entonces el toro de Victoriano no
se había definido como temeroso o valiente, pues lanzaba la cara pero no
estiraba el cuello. Y en esas circunstancias llegó para hacer de la curva una
montonera de hermanos, que definirían de una vez su comportamiento.
Veloces los dos primeros,
gregarios los tres últimos, y el toro perfecto para domar en los San Fermines
2012 se adentraba en Estafeta, rápido mandó su receta al gentío, derrotes a
cuello vuelto de izquierda a derecha, de diestra a siniestra. Difícil así
ponerse delante de él ante esa mirada de fusil de largo alcance. Alguien,
motivado ¿quién sabe si por días nefastos, o por la sobre relajación de los
compañeros? Decidió plantarle cara, y marcarle con su riñón derecho el camino
del culmen. El victoriano le
aceptó el órdago y quedará marcada para el recuerdo del 2012 en Pamplona la
imagen del encuentro, entre dos valientes. Uno, el toro, por su comportamiento:
alargando el cuello, metiendo la cara, apretando con los riñones. Otro, el
corredor, por su temple y osadía, sabiendo todas las cualidades que atesoraba
el buen victoriano no dudó en ponerle la espalda plana, cual muleta, y llevarlo
largo, tan largo que acabó suavizando a una manada veloz.
Así se distanciaron los dos
grupos de bureles: los que cabalgaban en solitario ya sometidos a la presión de
los que le rodeaban, y los que galopaban a troto rápido pero armónico en busca
de una plaza, para completar los 850 metras, y dar mayor gloria a Victoriano en
las calles de Pamplona.
Dos minutos de carrera, y
veinte segundos donde dos insumisos del encierro se cruzaron y forjaron la
mejor estampa de las vistas hasta ahora en San Fermín.
PARTE MÉDICO
Tras la carrera de los de
Victoriana del Río el parte médico habla de seis traslados al complejo
hospitalario de Pamplona. Los más graves, tres contusionados cranealmente en
los tramos del Ayuntamiento y Mercaderes, que han sido trasladados al Hospital de Navarra.
Por otro lado, el Hospital Virgen del Camino ha recibido a otros tres magullados. El
primero de ellos con una contusión maxilofacial en el tramo de Telefónica,
mientras que los otros dos presentaban luxación en el hombro, y contusión en la
columna dorsal, sin mayor peligro para la movilidad de las extremidades.
Se trató de
encender el cohete, pero aquello no funcionó, se retrasaba impacientemente el
encierro para los que viven de apretar al cordón policial en busca de una vía
de escape que les permita huir del suplicio que se han buscado. Se alargó unos
segundos y todo porque la pólvora estaba mojada. No estalló y se hubo que
recurrir al segundo cohete, éste decidió volar tras unos segundos de
incertidumbre y anunciar a los impávidos de Estafeta que aquello comenzaba. Lo
del cohete era fue la mejor ejemplificación del quinto encierro de las fiestas
de San Fermín: la mecha muy larga, la pólvora bien compacta, pero sin fuste a
la hora de estallar.
El encierro de Fuente Ymbro, era sin duda el más esperado por el
corredor. Este año rehuían de miuras y cebadas, los esperaban pero no los
ansiaban. Este San Fermín no, porque todo quedaba reducido a Fuente Ymbro, y el
colmo de la reducción llegó en fijar las miradas en un infundio con mechas
hasta la primera balconada de Estafeta, pero de rodilla en tierra.
Al carbón y azufre, se le había cambiado el nitrato de potasio por
la gaseosa. Y así salió el encierro. Fugaz, fuerte, apretado de carnes, y
amplísimo y agresivo de sienes. Hoy era el día de apostar. Los que apostaron, o
los que son fieles a Santo Domingo, acertaron, un encierro vertiginoso,
vibrante, y arrollador. Derrotando los toros a ambos lados de las aceras,
después de que los del Pilar abrieran ayer la veda. Emulando al encierro de
Moisés Fraile, los de Ricardo Gallardo buscaron en tropel la delantera y lo
consiguieron en el Ayuntamiento, todo era furor, una estela hacía la
perfección, y una redención para el esprínter y el fondista tras la debacle de
ayer.
Todo iba a una velocidad tan meteórica que los paneles de Estafeta
con Mercaderes aguantaron kilos de lo lindo, al resbalar dos toros, y allí todo
se trunco, la manada cedió la comanda a los mansos, y su ímpetu individualista
se convirtió en un ambiente gregario, desconcertante. Hasta que tanto
apretamiento, y tanta necesidad de tocar y meter mano, por parte de los
corredores provocó la caída, y la descomposición de una manada, que se vio
sobrepasada, pese a su velocidad punta, tal fue la insistencia en meter riñón
de los que se ponen delante, que lo consiguieron, hacer que la gaseosa que
formaba parte de la fórmula de Fuente Ymbro para el encierro, se licuara y el
agua por un lado, y el carbonato por otro, apagaran las ya de por sí fatigadas
azufre y carbón. Se les mojo la pólvora y Telefónica se le hizo eterna, tanto
que acabaron con la lengua fuera y el morro hacia adelante, como para llegar a
la meta en un tiempo imposible, pues ya mandaban los corredores sobre ellos.
Eso provocó que se afligieran y llegaron las pájaras y las
debilidades: toros al suelo. Y como símbolo el lesionado Infundio que sucumbió
ante una carrera vencida, ante un público ansioso, en el coso pamplonés. De
allí al matadero, y la imagen del encierro del más, al mucho menos, soliviantado
por la presencia descomunal del encierro.
PARTE MÉDICO:
El encierro de hoy se ha saldado
con traumatismo craneoencefálico, pendiente de estudio. Otros dos mozos han
sufrido contusiones, uno con deformidad en el brazo, con posible fractura, y otro
en la zona maxilofacial. Los tres contusionados han sido lesionados en el tramo
de Estafeta.
El Pilar no se doblega ante nadie
Ivan Ramajo (www.cultoro.com)
Tras el fiasco de las predilectas, a excepción de Cebada Gago, llegaba el turno para El Pilar, que se cuela entre las "fuertes" y la aparatosa y ansiada, a partes iguales, Fuente Ymbro. El terreno de batalla estaba servido a la contra para los toros charros: una mala colocación en la parrilla del encierro, una gran carrera la vista el día anterior, una presencia poco exaltada por el público de Santo Domingo a Telefónica… Sólo quedaba no doblegarse ante las imposiciones de Pamplona.
Y no lo hicieron, porque galoparon velozmente, a pesar de hacerlo sin emplearse al máximo en el esfuerzo, porque saltaron raudos de una parada de mansos que les molestaba para avanzar tomando la iniciativa. El agnosticismo y la falta de fe en ellos, hizo que por primera vez en todos los Sanfermines los toros derrotaran en su encuentro con los mozos, a largando su ya de por si extenso cuello, y apretando esqueletos humanos contra la pared opuesta a la hornacina del Santo. Tal era su ansia que ya introducidos en la Estafeta no quisieron perderse su encuentro con la marea humana, que o bien por velocidad y fijeza o bien por desacato, metiendo la cara, al que trata de soltar adrenalina, los toros impusieron su estilo, y su firma en el encierro.
Rencillas con ellos tienen los esprinter del encierro, hoy por descontado nada pudieron hacer los fondistas acostumbrados a tomar velocidad con los mansos –ponerse delante, negar con la cabeza y salir lo más decorosamente posible ante el lateral-, ellos los velocistas, tuvieron que dejar al lado tomar distancias y referencias visuales una vez centrados en la cara, solo con mirar al frente y apretar los dientes tuvieron bastante, el cara a cara con los del Pilar fue imposible y admirable su valor, intentando templar una carrera indomable. Muchos de ellos tienen cuentas pendientes con los toros salmantinos, y hoy volvieron a perder la partida, montoneras a izquierdas y derechas al paso de los toros, caídas provocadas por un ritmo asfixiante y eléctrico, que dio para comentar al acabar el encierro que "no se había podido", que el año que viene volverán tratar de embarcarlos en los riñones y llevarlos largos.
Eléctrico por inusual y bello, por presentar cuatro toros abriendo manada y comandando un encierro, de ganado largo y de cuello recio e infatigable, cumplidor en todo los tramos, y triunfador en emoción por mantener el listón donde su ganadero lo quiso poner hace tres años, a galope estable, sin compañía de guías es como se disfruta el encierro, y como se mitifican los que exponen ante la carrera perfecta.
Todo estaba a la contra, y acabó como siempre retándolos para el curso que viene, si el festejo de esta tarde no lo impide, y la casa de Misericordia así lo quiere.
PARTE MÉDICO:
El parte médico de lesionados informa de cuatro contusiones que han sido atendidas a pie del encierro. Todos los atendidos han resultado magullados o lesionados en el tramo final de Estafeta. Los mozos contusionados en el cráneo y en la pierna derecha, han sido trasladados al Hospital de Navarra, mientras que el atendido por una contusión en el brazo y otro en la pierna izquierda, serán trasladados al Hospital Virgen del Camino.
Los astados de Cebada Gago han protagonizado una vez más un peligroso encierro, con una manada disgregada y un toro rezagado que ha causado momentos de mucho peligro en los últimos tramos.
Por manuel sagüés/noticiasdenavarra.com
Un toro rezagado, de nombre 'Fugado', ha convertido en muy peligroso el tercer encierro de los Sanfermines 2012, que, corrido por astados de la ganadería gaditana de Cebada Gago, ha sido el más largo de estas fiestas (3'38'') y el más accidentado, con dos cornadas y un puntazo en los tramos de Telefónica y Callejón.
PAMPLONA. Dos de estos tres mozos han sido alcanzados por las astas de 'Fugado' en el tramo de Telefónica, desde donde han sido conducidos al Complejo Hospitalario de Navarra.
Algo más de tres minutos y medio ha tardado la manada en completar, disgregados ya desde el primer tramo, los aproximadamente 850 metros que separan los corrales de Santo Domingo de la Plaza de Toros, un recorrido en el que hoy había menos gente que en el multitudinario fin de semana.
Tras formalizar ante la hornacina del santo los tres cánticos en los que los mozos piden la protección de San Fermín, la manada ha partido de los corrales de Santo Domingo agrupada y encabezada por los mansos.
Aunque el encuentro entre mozos y toros ha transcurrido con normalidad, en la misma Cuesta de Santo Domingo se ha adelantado ya un toro colorado, imprimiendo velocidad a la carrera, mientras otro de sus hermanos empezaba a quedarse rezagado tras resbalar sobre el asfalto.
Este último ha sido el que, tras quedar definitivamente descolgado, ha realizado en solitario el resto del recorrido y ha creado numerosas ocasiones de peligro, sobre todo en el tramo de Telefónica, donde se ha vuelto en repetidas ocasiones y ha arremetido contra un grupo de mozos que se encontraban en el vallado.
Mientras tanto, el resto de la manada ha protagonizado una rápida y emocionante carrera ya que, al ir estirados, con tres astados por delante, han dejado huecos y permitido a los mozos acercarse a sus astas.
Tanto el colorado que iba por delante como los dos negros que le seguían han chocado ligeramente contra el vallado de la Curva de Mercaderes, aunque sin llegar a caer, por lo que han cogido sin problemas la calle Estafeta y han enfilado de esta manera el tramo.
Sin más incidentes han atravesado Telefónica y el Callejón para llegar a la Plaza, donde el torero Francisco Marco, protagonista de la corrida de esta tarde, ha ejercido como doblador.
Cuando todos ellos estaban ya en chiqueros, el rezagado seguía creando problemas en Telefónica y en el Callejón, pese a la buena labor de algunos corredores y de los pastores, que han sido sustituidos en la arena por los dobladores que, a punta de capote, han conseguido que se reuniera con sus hermanos.
Un miura en cabeza pone la emoción en un limpio y fugaz segundo encierro
No ha habido heridos por asta de toro, pero sí mútiples atenciones por contusiones debido a la masificación - El toro 'Navajito' cubre en solitario prácticamente todo el recorrido del encierro y arrolla a numerosos mozos.
Un toro de la ganadería sevillana de Miura ha sido el protagonista del segundo encierro de los Sanfermines al cubrir en solitario prácticamente todo el recorrido y arrollar a numerosos mozos, en una carrera rápida y multitudinaria.
PAMPLONA. No ha habido heridos por asta, pero sí hay numerosos mozos atendidos por contusiones y golpes. La carrera ha durado 2 minutos y 28 segundos.
Los seis toros y los cabestros han salido hermanados a las ocho en punto desde los corrales de Santo Domingo, pero a medida que cubrían el primer tramo, un toro negro, 'Navajito', se ha ido adelantando con fuerte velocidad al resto de sus hermanos y se ha puesto en cabeza del grupo.
La manada se iba estirando y los mozos tenían dificultades para evitar a los toros. El primer astado ha ido abriendo hueco, se ha puesto en cabeza en solitario y ya en la parte derecha a la salida del Ayuntamiento ha arrollado a varios mozos.
Ha librado bien la curva de Mercadederes, pero al enfilar el inicio de Estafeta se ha vivido uno de los momentos de mayor tensión del encierro, cuando ha arremetido contra un grupo numeroso de mozos que estaban pegados a la pared izquierda de la calle. A un joven le ha tocado el cuello con un asta y han sido varios los mozos que se han ido al suelo.
El toro ha seguido su camino y, pese a la gran velocidad que llevaba, sí se han podido ver en este tramo algunas carreras bonitas cerca de las astas, en un día difícil para estar cerca de los toros por la multitudinaria presencia de corredores y el ritmo de la carrera.
'Navajito' ha llegado así al final de Estafeta y ha vuelto a arrollar a otros mozos que estaban en la parte derecha enfilando Telefónica. Antes de entrar al callejón ha arrollado por velocidad a un joven que no se ha percatado de la presencia del astado.
Al entrar al coso taurino, el toro negro se ha abierto a la derecha y se ha entretenido mirando atrás, pero los dobladores le han guiado bien hasta los chiqueros.
Por detrás, el resto de los toros han cubierto el encierro en una manada bastante estirada y veloz y en Estafeta se han visto también bonitas carreras. Han entrado a la plaza de toros sin causar problemas y prácticamente se han dirigido a chiqueros entrando a la par que 'Navajito'.
LOS 'AGUIRRES' DEJAN DOS SUSTOS ENORMES EN UNA CARRERA REPLETA
texto enrique conde.
Son un saco de músculos con una balconada de impresión. Si te cogen por banda los aguirres, te pueden doler los huesos para una buena temporada. Ya no les digo si agarran carne con una de esas catanas que gastan junto al flequillo. Ayer, el santo trabajó a destajo porque en la calle había mucho pata y un Angelón suelto, que al final resultó ser lo que decía su nombre. Anudados a un milagro, hay un par de mozos que pueden contar el encierro de ayer por la uña del meñique. A uno de ellos, el veterano peraltés Víctor Arricibita, uno de los morlacos que bregaba por la derecha de la cuesta de Santo Domingo le abrió una tira de carne del tobillo a la rodilla. Por fortuna, el asta no le penetró muy adentro y le dejó en paz tendones y ligamentos. Le dejó tatuados 25 centímetros de herida y un mal rato, pero volverá para contarlo.
El otro muchacho que también resultó bendecido por el milagroso capotico es un japonés de 21 años, que ayer sí vio nacer de verdad el sol. Angelón, un morlaco negro bragado de 525 kilos, se lo llevó colgando del cuerno como si fuera un llavero. El tridente de cornúpetas que formaba con Burgalito y Cantinillo se arrimó al vallado a la hora de virar en la curva de Telefónica y ahí se encontró de golpe con un pelotón de patas que tomaba la sombra junto a los tablones. Un buena prenda saltó al adoquinado justo cuando a su lado trotaban los aguirres y aparte de levantarle un poco en el aire con el morro y subirle la tontería al garchanchón el chaval se quedó con su caraja apenas a cinco metros de donde había saltado. Sea como fuere, el patán este teledirigió a los bureleshacia el pelotón, donde Angelón sacó de su guarida a Keiju Shibuya, japonés de 21 años, y le prolongó un viaje agónico hasta la entrada a la arena. El mocete, al que ya solo le quedaba una zapatilla en su sitio, marchó prendido del cuerno por encima del suelo, trató de quitarse con las manos aquel asidero que le lamía la mandíbula pero no hubo forma. El chaval veía su vida pasarle por delante. Al final, se le diagnosticó una contusión lumbar. Más serio fue el susto.
El peraltés corneado y el nipón lastimado fueron los males mayores de una carrera que podía haberse convertido en un sinfín de reyertas entre cuernos y corredores. El encierro del sábado amaneció con una ligera llovizna que dejó el piso un tanto complicado para el equilibrio. A eso se unió que en la calle, aparte de la suelta de los torazos, había carta libre para que circulara una masa incontenible de patanes.
Primero, en Santo Domingo, lugar de frenético sprint en el que ya se había formado una montonera antes de que por allí la manada dejara su huella. Arrinconados en la acera diestra, una docena de mozos, entre ellos el corneado, se dio de bruces contra el suelo. Ya desde entonces, Burgalito y Cantinillo abrían la grupeta y no dejaron la cabeza ni en un renuncio. Alcanzaron la curva de Estafeta, con dos cabestros sacando morro, y marcaron un ritmo trepidante que, a duras penas, seguían el resto de hermanos. Los espacios entre la torada permitieron que en Estafeta varios mozos pudieran lucirse, siempre y cuando la convención de corredores galopara al unísono y la zancada de uno no tropezara con el codo, el frenazo y el derrape de otros. En la hilera de animales, Langosta circulaba tercero, pero resbaló en la curva y Angelón le metió las narices en la pata trasera para levantarle. Trotaron juntos un buen rato hasta que el primero resbaló en mitad de calle y el segundo alcanzó a Burgalito y Cantinillo, con los que desplegó la barredora en el vallado de Telefónica. Más atrás, Yegüizo, un precioso toro melocotón, dejó a un mozo con los pantalones abajo y el último de la camada, Botero, también se ganó unos cuantos flashes cuando se despistó al acceder al ruedo. Se dio una revuelta en la arena y a punta de capote fue convencido de su sitio.
El pasado miércoles dieron comienzo los encierros en la
localidad vallisoletana de Siete Iglesias de Trabancos. Para la ocasión tenían
preparados dos toros que no dieron mucho juego durante el tiempo que estuvieron
en las calles. Uno de ellos se fracturó un pitón por lo que omitimos las fotos
de dicho astado.
Tras dar varias vueltas por las calles con la ayuda de los
mansos se soltó uno para capearlo en la plaza sin nada destacable.