viernes, 13 de julio de 2012

Séptimo encierro San Fermín 2012



Séptimo y reválida


Dócil y disgregado séptimo encierro de las fiestas de San Fermín. Se han corrido toros de Juan Pedro Domecq.

Iván Ramajo (www.cultoro.com)



Séptimo encierro de San Fermín y la cuestión para Juan Pedro Domecq, el hijo del hijo, era: ¿cómo revalidar en Pamplona?

Juan Pedro acertó con ella, el libreto a seguir: el de Fuente Ymbro, (ese que le ha ayudado a ser clásico en Pamplona): discreción, ante todo, en el encierro -velocidad limpia, ortodoxa, y docilidad, que no mansedumbre, en la carrera-. Así lo hizo Ricardo Gallardo, hasta hace dos días -ahora él busca asentarse como la favorita de Pamplona-. Y Juan Pedro, el nuevo, ha recogido los saberes del libro: hacia el éxito de Pamplona.

Tienen formas distintas de entender el toro, pero el hierro se fragua la fama dando oportunidades al mozo en la carrera, y fraccionando la manada en Estafeta. Es así, y como tal todo el mundo lo respeta. Ahora bien, que nadie se confunda, esa discreción se ha de transformar en pasión por la tarde. La reválida que ha de superar JP Domecq, después de este tiempo sin aparecer por el adoquinado, es la de las seis y media. Sus expectativas se han cumplido, discreción gozosa, como divisa para sus bureles.

Volviendo a las 8 menos algunos minutos. El que estaba apostado en la calle trataba de visualizar como sería el encierro, después de tantos años. Y no se equivocó: Divisa enlutada, y la referencia ganadera traspasada. Pero sobre todo, ganas de volver a triunfar en Pamplona, por la tarde, para así asegurarse estar de nuevo una mañana más el curso venidero.

Pero no solo con la Fuente de Ricardo se aseguraba la presencia. Aquí se trataba de hacer alquimia. De absorber conceptos de cara al encierro. Y desde luego, el que han protagonizado los Domecq ha sido pura mezcla homogénea con el otro hierro que vestía de negro riguroso. Muy parecido este séptimo con el protagonizado por Cebada Gago, el día 9 de julio: una salida fulgurante que se ve truncada en el encuentro con los mozos, toros que sueltan su retén a la altura del Ayuntamiento, dibujan siluetas de manera sutil en la curva de Mercaderes con Estafeta, y a partir de ahí un encierro largo entre toros, y perfecto para el corredor.

La diferencia entre ambos estuvo en el comportamiento férreo de los cebadas y la dulzura extrema, sin llegar a la contra-natura de apartar la cara, de los juanpedros. Distintas maneras de avanzar en la carrera, pero solo una para consolidar la reválida.

PARTE MÉDICO

Desde el encierro de los Cebada Gago Pamplona vive sin los sobresaltos de las cornadas, pero aquejada de unos traumatismos cada día más graves, ante la velocidad de la manada. En el día en que los juanpedros han hecho su aparición en Pamplona cinco han sido los contusionados trasladados a los diferentes hospitales de la capital navarra. Dos de ellos han sido evacuados al Hospital de Navarra, el primero de ellos tras sufrir un pisotón que le provoca una fuerte contusión torácica en la zona de Telefónica y el segundo de ellos ha sido trasladado por una contusión en la pierna izquierda, en el callejón de acceso a la Plaza de Toros.

Los otros tres corredores han sido enviados al Hospital Virgen del Camino. En el citado hospital se encuentran dos traumatismos maxilofaciales, uno provocado por un pisotón y el segundo producido por una caída. en el brazo, uno de ellos con deformidad. Y el último de los evacuados presenta una contusión en el brazo con deformidad.

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