Esta mañana a las 10,00 hemos acudido a la localidad salmantina
de Topas a presenciar el segundo y último encierro de sus fiestas patronales en
honor a San Antonio.
Dos novillos han sido los protagonistas de la mañana. El
primero de ellos dio varias vueltas por el recinto entrando bien a los cites de
los mozos hasta que el calor y los cortes hicieron mella en él, se aquerenció y
nada quiso saber de paraguas, chaquetas ni del capote del director de lidia. A
pesar de ello tuvo tiempo de arrollar a un confiado mozo sin consecuencias.
El segundo un poco más voluminoso, dio menos juego y se
mostró reservón. De nuevo el director de lidia estuvo
atento e intentó mover al animal para que todos pudieran verlo. Buen trabajo e
implicación la del novillero Daniel Martín que me gustaría resaltar ya que es
raro en los directores de lidia de estos festejos, que normalmente se esconden
y no sacan el capote casi ni del coche.
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