El pasado Domingo, la villa salmantina de San Felices de los
Gallegos celebró el día grande de sus fiestas de El Noveno. Declaradas de Interés
Turístico en el año 2005, los eventos taurinos son el alma Mater de las
fiestas.
Pasaban veinte minutos de las once de la mañana, cuando el
revuelo en el cruce de la carretera anunciaba la llegada de la manada compuesta
por novillos de la ganadería salmantina de José Tomás García “Joseto”. Un
caballista abría el cortejo intentando controlar agrupada la manada que nada más
enfilar la primera calle empezó a buscar a ambos lados. Uno de los novillos se
adelanto al grueso de la manada e hizo tomar distancia a los mozos. Ya en la
calle principal, el novillo despuntado abrió huecos, pudiendo disfrutar de
emocionantes carreras con los novillos agrupados
Tras los actos religiosos, la mañana taurina continuó con la
suelta desde un camión del Toro del Aguardiente y el de Las Peñas corridos la
mañana del sábado. El cansancio acumulado del día anterior impidió que dieran
juego no empleándose ni en rodadas ni en carreras. Costo dios y ayuda
enchiquerarlos y a pesar de ello soltaron a uno de ellos a modo de capea, convirtiéndose
el morlaco en otro espectador más de la mañana.
Por la tarde, tras la lidia de uno de los novillos por parte
de un alumno de la escuela de Salamanca, se capearon y corrieron el resto de
los novillos por las calles del centro. El calor y el cansancio de la suelta en
la plaza hicieron que en las calles no se empleasen mucho.
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