Dicen que una imagen vale más que mil palabras y las fotografías de esta entrada así lo demuestran.
En tiempos de prohibiciones, recortes, supresiones etc. el pueblo guipuzcoano de Deba sigue con la sana costumbre de enseñar a los más pequeños la tradición de correr los encierros con vaquillas, fomentando la afición a los toros desde niños para así forjar a los futuros corredores que el día de mañana tomaran el testigo de las manos de aquellos que ahora los acompañan en la infantil carrera.
Estas fotografías fueron tomadas durante las pasadas fiestas de agosto, en una imagen que hasta hace no muchos años era habitual en muchos de nuestros pueblos y que ahora debido a las múltiples trabas de las administraciones se ha convertido casi en “extraña” pero no por ello menos significativa y emotiva y es que da gusto ver la calle y plaza de Deba llenas de niños disfrutando delante de las vaquillas.
Mi reconocimiento al pueblo de Deba por seguir fomentando la afición al encierro de esta manera entre los más pequeños.
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