Domingo 19:
Llegó el día grande de las fiestas de Miróbriga. 6 toros 6 de la ganadería de Jacinto Ortega de buena presencia, bravos y astifinos, fueron los protagonistas de un grandioso encierro a caballo. Y es que la pareja Perita-Jacintos volvió a triunfar en Ciudad Rodrigo ¡y ya van tres!
Puntuales salieron de la finca de Casasola los toros con ritmo pausado y en todo momento controlados por los buenos caballistas de la socampana. Fue tranquilo el trayecto por el campo hasta llegar a la ermita, cuya zona se encontraba repleta de gente. En ese momento se arreó a la manada que apunto estuvo de desmembrarse al intentar dos toros salirse tras un mozo de a pie. Afortunadamente la intervención del director del encierro Juan Luis Montero Perita que rápidamente metió su caballo para quitarle la intención a los dos Jacintos evitó que la manada se rompiera y completa se dirigió camino abajo hacia la calleja de Valhondo.
El paso de los toros por este tramo fue muy bonito y espectacular ya que hacía muchos años que todos los toros no pasaban en una sola manada por esta zona.
Al paso por la Puentecilla las fuerzas de las reses empezaron a mermar y al comienzo de Foxá uno de los toros se quedó rezagado al igual que haría otro de sus hermanos al final de esta avenida. Mientras cuatro toros entraron junto a los bueyes en la plaza, un negro y un colorado dieron juego, especialmente el segundo, y entraron a los cites de los mozos que intentaban subirlos hasta la plaza. Algunos como ya sucediera el sábado sin respetar el encierro y cortando a los toros en sentido contrario a la carrera.
No tardó en aparecer el colorado por la calle Madrid sorprendiendo en un arreón a los muchos mozos que querían entrar cerca del toro en la plaza. Entrada muy peligrosa y por momentos dramática al caer varios mozos en la misma puerta y embestir a varios de ellos corneando a un joven en un hombro. No quedó ahí la cosa ya que el toro se revolvió y embistió a la puerta del desencierro abriendo una de las porteras y sorprendiendo a uno de los encargados de las mismas embistiéndolo afortunadamente sin consecuencias. El otro toro rezagado entró sin tantos problemas al coso.
fotografias: Patronato del Toro de la Vega
Con el cartel de no hay billetes colgado comenzó la capea. Muchísima gente, demás, lo que provoco que dos mozos fueran heridos al no poder resguardarse a tiempo del animal por la masificación de gente. Por lo demás, el juego de los jacintos fue bueno, entrando a los cortes de los mozos con prontitud y bravura.
fotografia: Patronato del Toro de la Vega
El desencierro lo componían dos toros de los cuales solo uno y maltrecho de una pata completó el recorrido hasta Los Pinos. En el Registro un mozo se fue al suelo nada más salir de la bóveda y fue cogido por uno de los toros provocándole una seria lesión de la que esperamos que se recupere cuanto antes.
Por la tarde en la capea los de jacinto volvieron a dar buen juego en la plaza y protagonizaron el mejor desencierro del ciclo, bajando tres toros juntos permitiendo buenas carreras y tras ellos el revoltoso colorado que se emplazó por unos instantes en Los Pinos dando buen juego.
Fotografía: Patronato del Toro de la Vega
Lunes 20:
Con el ecuador de las fiestas superado llego el turno de los Partido de Resina. Tres cárdenos y tres negros componían una bonita torada. 6 toros bajos, hondos, fuertes, serios y con cara, excepto uno cárdeno carente del trapío mínimo que pide Ciudad Rodrigo, protagonizaron un encierro largo y peligroso con cuatro de los seis toros emplazados por el recorrido.
Salió muy estirada de los corrales la manada que nada más salir dejó atrás a uno de los Pablo Romero rematando y sembrando el pánico entre los espectadores de los primeros metros del recorrido. En uno de los derrotes, sacó uno de los postes donde van ancladas las agujas del recorrido, algo que particularmente jamás había visto en Ciudad Rodrigo. Afortunadamente el toro no siguió allí rematando y la tela negra que cubre las primeras agujas disimulo el suceso.
Mientras eso sucedía los tres cárdenos junto con un buey abrían el encierro permitiendo buenas y largas carreras por parte de los mozos y unos metros por detrás los otros dos negros. Un día más el exigente recorrido se les atragantó y tres toros se fueron quedando emplazados mientras dos cárdenos completaban el recorrido con los bueyes.
Poco a poco y no sin esfuerzo fueron recogiéndose los toros, tres con los mansos y el último, el que llevaba desde salida emplazado con la ayuda de la soga.
fotografía: salamanca24horas.com
fotografía: Patronato del Toro de la Vega
Tras unos minutos comenzó la capea donde los toros acusaron el esfuerzo del encierro y no dieron mucho juego. El desencierro no fue bueno, tan solo dos toros salieron de la plaza llegando solo uno a ser encerrado en los corrales de San Pelayo mientras el otro hacia lo propio en los bajos del ayuntamiento.
La tarde fue un calco de la mañana. En la capea los toros acusaron el cansancio no solo del recorrido sino de los paraguazos y chaquetazos de quienes no respetan y se hinchan a marear a los toros en el encierro con el resultado que en la tarde del lunes vimos.
En el desencierro un toro llegó a Los Pinos desandando el camino poco después y siendo encerrado en la plaza junto con sus hermanos que nada quisieron saber de calle.
fotografía: Patronato del Toro de la Vega
Mario Crespo
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