lunes, 15 de junio de 2015

Retortillo: Una Octava de primera



Mario Crespo


53 largos años han tenido que pasar para que los toros volvieran a pisar las calles de este pequeño municipio salmantino. Muchos años, excesivos sin duda, para un pueblo enclavado en el epicentro del campo charro y rodeado de fincas ganaderas por los cuatro costados. Un par de novilladas en 1992 y 1993 celebradas en una portátil a las afueras del pueblo es el recuerdo más próximo que queda de celebración de festejos taurinos en Retortillo.

Muchos años de inconcebible sequía taurina que tuvieron punto y final durante el pasado fin de semana en una nueva edición de sus fiestas de la “Octava del Corpus”.

No ha sido fácil acabar con esa pesada losa. Muchos años llevan los jóvenes del municipio demandando y trabajando para la vuelta de los festejos a las fiestas y por fin este año el Ayuntamiento decidió apostar por su recuperación e invertir en vallado para vestir su Plaza de coso taurino. No terminaron aquí los problemas.

 Las elecciones municipales de Mayo pusieron el bastón de mando en manos de otro Alcalde, el cual, con la mayoría de la infraestructura colocada se mostró dispuesto a impedir la celebración de los festejos. Tras una reunión decidió escuchar al pueblo –qué bien vendría si escuchasen más a menudo- y seguir para adelante.

Se anunciaba para el sábado 13 de junio, un encierro de vacas mañanero con posterior capea y para la tarde una clase práctica con alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca. Nadie en el pueblo recuerda un día con tanta participación de vecinos y con tanta afluencia de público a las fiestas. Costaba hasta encontrar sitio donde aparcar los coches. La plaza y el recorrido del encierro estaban llenos de gente, el buen ambiente y la diversión se adueñaron de Retortillo. El pueblo era una fiesta. Fiesta a la que se sumaron las vacas, que pusieron emoción y buen juego a una mañana para enmarcar.

Por la tarde la plaza se volvió a llenar hasta la bandera para presenciar el buen hacer de la cantera charra ante dos novillos de Manuel Tabernero.

Hoy, mientras se desmonta la plaza, en Retortillo aún se saborea el éxito de las históricas fiestas. Se habla de la cobertura informativa que gracias a los toros han tenido en la prensa local unas fiestas que solían pasar desapercibidas, las fotos y videos de los festejos copan por primera vez las Redes Sociales y lo más importante, aquel que se planteó seguir con la sequía taurina hoy se muestra dispuesto a repetir el año que viene…