Mario Crespo
Caprichos del destino, o no, la Asociación Taurino Cultural 15 de Octubre volvía a citar a la
afición en Alba de Tormes en día 11. Justo seis meses después de que un Chileno andaluz echara por tierra el trabajo
de la Asociación el ya lejano undécimo de abril.
Aquella tarde todas las ilusiones chocaron contra el cárdeno
muro. Muro que lejos de convertirse en motivo de lamentación sirvió para
reforzar y cimentar más si cabe la ilusión y empeño de estos aficionados de
darle a su pueblo el sitio que merece.
Meses de comprometido trabajo dieron como resultado un
cartel de lujo como antesala de los días oficiales de honrar a la Santa. Esta
vez la ilusión y esperanza se depositaron en un Panderetillo del Campo Charro. Pero antes de su salida, la 15 de Octubre tuvo a bien deleitarnos a
medio día con un encierro de novillos con su posterior capea para ir abriendo
boca. Dos novillos y una vaca que realizaron un encierro emocionante y limpio.
Talanqueras abarrotadas y multitud de buenos corredores que realizaron largas y
bonitas carreras. En la plaza, la gran actuación de los maletillas compartió
triste protagonismo con dos absurdas y evitables cogidas que afortunadamente no
revistieron gravedad.
Tras reponer fuerzas en los bares y restaurantes de la Villa
Ducal ¡por cierto! Llenos gracias al tirón taurino llegó el plato fuerte del
día.
Abrió la tarde Furiosa,
una colorada de imponente arboladura que se movió y entró a los cites de los
aficionados que disfrutaron tanto en carreras como en cortes. Con la de Urcola
en chiqueros llegó el turno de Panderetillo,
un Valdefresno de casi 600 kilos magníficamente presentado que impuso respeto y
admiración en las abarrotadas calles albenses. Remató y se empleó durante toda
su exhibición. No dejó nada dentro el de Valdefresno que parecía sabedor de que
las ilusiones y el trabajo de la Asociación recaían sobre él. Cumplió con
creces y esta vez sí, en los rostros de la gente de la 15 de Octubre se reflejaba una más que merecida satisfacción. No
acabó aquí la tarde. Aún quedaba un último cartucho. Garañuela, una cárdena de Victorino Martín puso el broche de oro a
un gran día taurino donde el nombre de Alba de Tormes sonó y fuerte en
diferentes lugares de la geografía gracias al trabajo de la Asociación Taurino Cultural 15 de Octubre.
FOTOS SALAMANCARTVALDÍA Y FOTOGRAFÍA JUANES:
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