Los Torrestrella se abren hueco a su paso por Santo Domingo. DN
Iván Ramajo
El 7 del 7 del 2014 se tomó la revancha del año anterior y dejó un encierro con tres partes muy diferenciadas pero todas ellas emotivas. Pamplona, con tan solo cinco toros en sus calles (el sexto, Paleto, herrado a fuego con el 17, fue descartado tras lesionarse en el 'encierrillo'), ha vivido una carrera intensa por ofensiva y nada bobalicona.
El 7 del 7 del 2014 se tomó la revancha del año anterior y dejó un encierro con tres partes muy diferenciadas pero todas ellas emotivas. Pamplona, con tan solo cinco toros en sus calles (el sexto, Paleto, herrado a fuego con el 17, fue descartado tras lesionarse en el 'encierrillo'), ha vivido una carrera intensa por ofensiva y nada bobalicona.
Frutero, el
ensabanado que tanto había llamado la atención en los corrales del Gas, fue el
primero de los cinco torrestrellas en
pisar el adoquín de Santo Domingo. No vaciló y dejó clara su idea al pegar un derrote
contra el vallado y meter riñones para abrirse camino. El resto, solo pudo seguir
su estala y apretar sus pequeños cuerpos para enfrentarse a una barrera de
atalancados que, a diferencia de lo que sucedería a partir de ese momento, tuvo limpieza. Faltó a su cita con San Fermín el periodicazo en el lomo. Mejor. No hizo falta que los azuzaran. Bajo
la hornacina del Santo, los cinco, al unísono, comenzaron a dejar un reguero de
derrotes que acabó por abrir la manada y dejar la primera cornada de las fiestas.
En realidad, cornalón.
Tras calar, la torada se arrepintió y volvió a defenderse de la muchedumbre
blanca y tinto juntando costillas y echando el freno de mano, pero sin llegar a
ceder el testigo a los mansos. Se deceleró tanto la carrera que casi un cuarto
del encierro se escurrió entre el Ayuntamiento y la curva de Mercaderes con
Estafeta. Y sin embargo, cuanto más apoyaban la carrera sobre las manos, más crecía la tensión.
Pamplona. Al cruzar el umbral de la calle ‘estrella’ los toros rodaron por los suelos
y todo volvió a cambiar: la manada se rompió asegurando el espectáculo.
Frutero
abrió calle con un reprís alocado que le permitió ganar un espacio vital de dos
zancadas por delante del morro. Lo que no restó belleza y, a mayores, generó
sensación de peligro. Emoción. Sus cuatro hermanos, en mayor o menor medida, también consiguieron tener la vista despejada hasta llegar al ensanche de Espoz
y Mina. Los bueyes tomaron la delantera, se acabaron los derrotes, las
distancias se acortaron y todo comenzó a discurrir a trompicones. Hasta el
punto de que la bajada a la plaza dejó a un toro por los suelos, a otros dos orientados y con la vista por encima
de las barreras, y a todos con ganas de más. Buen debut.
FICHA DEL
ENCIERRO
Lunes 7 de julio. Primer encierro de las
fiestas de San Fermín 2014. Con 11 grados de temperatura y cielo muy nuboso se
han corrido 5 toros de Torrestrella (el
sexto, Paleto, herrado a fuego con el
17, fue descartado tras una caída en el 'encierrillo') variados de pelaje: dos
negros, dos burracos y uno ensabanado, todos ellos muy armados. Han
completado el encierro en 2 minutos y 25
segundos. La lidia del tercer festejo del abono pamplonés (primera corrida de
toros) será llevada a cabo por Antonio Ferrera, Miguel Abellán y Daniel Luque,
que sustituye al convaleciente David Mora.
El primer parte médico oficial deja un herido por asta de toro en la
cuesta de Santo Domingo que afecta al periné y cuyo pronóstico es menos grave y
tres fracturas óseas.
PD: Un súbdito inglés ha sido el
primer multado de la historia por pasarse de la raya que ha marcado Pamplona
como sustituta de la barrera policial.
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