Brevito, primer toro suelto, mide a los corredores en Telefónica. DN
Iván Ramajo
Victoriano ha celebrado su lustro en Pamplona corriendo el mejor encierro que se le recuerda. Rápido, como siempre. Sin compañía de mansos. Desfilando en solitario y con metros de distancia entre ellos. En fila. La carrera de los madrileños ha destacado por su fijeza, por la dureza de su mirada.
Victoriano ha celebrado su lustro en Pamplona corriendo el mejor encierro que se le recuerda. Rápido, como siempre. Sin compañía de mansos. Desfilando en solitario y con metros de distancia entre ellos. En fila. La carrera de los madrileños ha destacado por su fijeza, por la dureza de su mirada.
Los bueyes quisieron robar por primera vez el protagonismo a
los toros en estos sanfermines, pero
rápido los victorianos acabaron con el cuadro y se pusieron al frente, con
metros de distancia, por delante y por detrás. Santo Domingo este 9 de julio se
tuvo que conformar con verlos pasar. Dos centellas derrotando se encargaron de
dejar a la zona más pura de los encierros con el molde. Tan solo el adoquín
mojado del Ayuntamiento fue capaz de 'frenar' a los victorianos. Y pese a que redujeron sus revoluciones nadie se atrevió a ponerse delante. Las miradas mataron el
segundo tramo.
En Mercaderes, los victorianos retomaron la confianza y su
velocidad en busca de una nueva plusmarca, pero la curva se encargó de
fragmentar del todo al encierro.
Entonces comenzó un encierro diez, con los toros en fila de a uno y defendiendo la carrera con su potencia y fijeza habitual. Uno detrás de otro, los seis
invitaban a ponerse delante y los corredores de Estafeta hasta aceptaron el
órdago, otra cosa fue que aguantar. Pocas piernas resistieron.
Cada vez que se formaba una pantalla de mozos en busca de
cuatro segundos de 'gloria' (antes ya habían dejado diez de penuria: puñetazos, codazos...), los toros se encargaron de sacudírsela estirando
el cuello y buscando los fajines con las puntas. Cuando la barrera parecía
que se atemperaba, llegaba el trompicón: toros y mozos
al suelo. Vuelta a empezar. Se acabó el empedrado sin que ninguno de los seis se dejara someter.
Un éxito.
Para rematar el gran encierro, Brevito tuvo el honor de estrenar la nómina de toros sueltos. Y lo hizo romaneando contra el vallado a un mozo con su pitón izquierdo. Medio
segundo antes había dejado el segundo herido por asta del San Fermín 2014. Pese
a la dramática escena, su imagen no fue la del toro engallado, que planta la
mirada por encima de las talanqueras. En realidad, fue más bien la contraria, pues
la fatiga y un calambre en la mano derecha le obligaban a encogerse cada vez
que el enjambre que lo atosigaba le dejaba tomar aire. Su fijeza le invitó a
dejarse guiar hasta la Monumental para encumbrar a Victoriano en escasos 3
minutos y 23 segundos. Gran encierro.
LA FICHA
Miércoles 9 de julio. Tercer encierro de las fiestas de San Fermín 2014. Con 11 grados de
temperatura y cielo cubierto y ligera llovizna se han corrido 6 toros de Victoriano del Río, corrida muy pareja
y abierta de caras. El recorrido lo han completado en 3 minutos y 23 segundos.
La lidia del quinto festejo del abono pamplonés (tercera corrida de toros) la
llevarán a cabo Juan José Padilla, Iván Fandiño y Juan
del Álamo.
El parte médico oficial deja dos heridos por asta de toro, los dos en el
tramo de Telefónica, uno por una cornada en el muslo derecho y el segundo en el
tórax.
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